Parece una broma que con el grave problema de vivienda que sufre España se tarden 15 o 20 años en gestionar y transformar un suelo hasta que se pone el primer ladrillo de una promoción. Lamentablemente, es así. ¿Pero de quién es la culpa? ¿De qué dependen los plazos? ¿Se podrían agilizar? 

La falta de suelo es una de las principales razones del desequilibrio entre oferta y demanda que registra el mercado residencial en España. Este desajuste, según los expertos, es lo que está disparando los precios de venta y alquiler, además de que dificulta el acceso a la vivienda de los colectivos más vulnerables. Así se desprende del informe ‘Necesidad de suelo en España 2024’, elaborado por la consultora Colliers y la Asociación de Promotores y Constructores de España (APCEspaña).

Encontrada la causa —o al menos una de las principales— de la escalada de precios, ¿por qué no se ejecutan medidas para solucionarla? Al principio del artículo hemos establecido una media de 15 años desde que se comienza a gestionar el suelo hasta que se empieza a construir, pero pueden ser más. Por citar un ejemplo, el caso de Madrid Nuevo Norte y la Operación Chamartín, que lleva sobre la mesa más de 30 años y que parece que ahora va a tomar forma. ¿Cómo se puede tardar tanto?

“El proceso de desarrollo de suelo es largo y tedioso. Se tarda, de media, unos 15 años, incluso más, como está ocurriendo en los desarrollos del sureste, que llevan 20 años. Para sacar suelo finalista, es necesario atravesar múltiples etapas administrativas: iniciar la sectorización del suelo, elaborar y aprobar los correspondientes Planes Parciales —un procedimiento que en ocasiones debe repetirse—, así como ejecutar los proyectos de reparcelación y urbanización, hasta culminar con la urbanización propiamente dicha”, comenta a idealista/news Jorge Ginés Franco, director general de la Asociación Promotores Inmobiliarios de Madrid (ASPRIMA)